domingo, 23 de octubre de 2016

La palabra Alumno, mi "Pet Peeve".


Una de mis palabras favoritas en inglés es "Pet Peeve". Me encanta usarla en inglés porque me parece que pierde su magia al traducirla al español "Pet Peeve = Cosas que me molestan". Pero más que molestar, es la ventana que tengo abierta para quejarme y que con esfuerzo consciente debo cerrar.
 ( inspirando amor y exhalando paz) .

Aghhhhhhh!!!!!

Aún con el conocimiento de que la Real Academia de la lengua Española (RAE) define al alumno como la persona que recibe una enseñanza, la palabra me entraba en el cerebro como el rechinado de las uñas contra un tablero de tiza. Ahora, hágase énfasis en la conjugación del verbo "entrar en el cerebro"...

Muchos de nosotros hemos escuchado que la palabra "Alumno" viene de "a" = Sin y "Lumus" = Luz. Pero la misma RAE nos aclara que viene del Latín alêre = alimentar. Alumnus significa crío, pupilo. Aún así, con estas definiciones etimológicas, existen muchas discusiones al respecto, y si las tenemos presentes ¿Por qué insistimos en usarlas?

Si "alimentamos con conocimiento" o "damos luz a los que no la tienen", me encanta escuchar en la boca de los docentes y directivos docentes la palabra "educando". Me convence pensar que una persona que no usa la palabra "alumno" está consciente de que la educación es más que un adiestramiento. Mi fascinación (o "little loves"como le dicen al opuesto de "pet peeve" ) por la palabra "educando" me transporta al pensamiento de imaginar a un ser humano que es posible ser educado toda la vida sin necesidad de asistir a una escuela.

Cuando escucho la palabra estudiante, me arroja un discurso con un significado más convencido de que la persona reconoce al alumno o educando en su papel de "usuario" de un servicio. Los padres son los que pagan y por eso son los clientes, y sus hijos por consiguiente los usuarios que tienen deberes y derechos. Su deber es "estudiar"...

Pero en fin, en este mundo tan maravilloso mi "pet peeve" es rodeado de mucho amor y tolerancia. A la final, yo soy la dueña de él.


domingo, 16 de octubre de 2016

EL EGO DOCENTE

"... Yo sé quién soy - Respondió Don Quijote - Y sé que puedo ser..."



Cuando se habla de la palabra "ego" en público, las personas se asustan. Los que no salen corriendo se tapan la cara como si quisieran evitar el contacto visual a tan desvergonzada palabra. Y hay quienes la ignoran, no hay nada mejor que dejar de escuchar que seguir hablando sobre otro tema, ni siquiera esforzarse a encontrar el sinónimo.

Hablar de Ego Docente es pecado capital.







Tal vez no debería existir, pero existe.
Tal vez no debería ser mencionado, pero con estos asuntos de calidad aplicados a las instituciones educativas se resalta.
Tal vez no deberíamos recordar que nuestros baluartes de la sociedad son imperfectos, pero lo son.

En lo personal lo que más me  impresiona de este tema, es que podemos encontrar un libro que habla a profundidad del egocentrismo docente y cuesta 40 Euros . He encontrado el resumen del autor sobre el libro, y déjenme contarles a los que no han salido corriendo y todavía me siguen leyendo: "El ego docente si existe, pero no hay porque huirle porque no es un pecado capital"

La palabra EGO tiene una connotación de superioridad, de creerse más que los demás. Por otro lado, la palabra también se usa para mencionar la consciencia que se tiene de sí mismo. Esta segunda connotación viene del Psicoanálisis, propiamente de Freud.

En este resumen del libro del Ego Docente,  ejemplifican con comentarios de Nietszche el de superioridad y el de consciencia:

 F. Nietszche (1984): "Gracias a nuestro desprecio nos consideramos los elegidos de Dios" (p. 213); "nosotros, que somos los hombres más inteligentes de nuestra época [...]" (p. 213), o "Nosotros somos diferentes de los sabios, aunque entre otras cosas podamos ser sabios" (p. 215). 


El mismo F. Nietszche (1984) en otro lugar expresa: "Hay momentos en que me avergüenza ["mi ignorancia, que no se me oculta"]. Tal vez los filósofos estamos todos en una posición poco airosa respecto del saber humano; la ciencia crece y hasta los más sabios entre nosotros advierten que conocen muy pocas cosas" (p. 215)

No pretendo resumir el resumen del libro, ni entrar en calificativos  positivos o negativos. Mi objetivo es hacer pública mi reflexión sobre este terrorífica palabra con algunas experiencias que tuve en esta semana de receso escolar:

1ero. Los docentes son seres humanos en toda la virtud de la palabra. También se enferman, tienen preocupaciones y pueden ponerse serios porque no es un payaso de la sociedad. El rol de formador debería permitirle la continua construcción de sí mismo, aún si le es necesario decaer, lo necesita para levantarse.

2do. Un docente jamás reemplazará las enseñanzas que se dan en el hogar. Y con esto no pretendo decir que no influyan sus enseñanzas en la formación de una persona. Pero si el educando no le hacen falta los roles de sus padres en su formación, poco necesitará de el rol docente en la formación de su personalidad.

3ro. El preguntar o cuestionar del docente no es sinónimo de atacar. En las charlas que he asistido en otros ámbitos diferentes a colegio y universidad me han enseñado sobre los "mundos interpretativos". Mi modo de ver el mundo jamás será igual al otro. Podremos compartir ideales y experiencias, pero la forma como accedemos al conocimiento es diferente para cada uno. La comunicación jamás debe creerse demasiado clara y el cuestionado no debería estar predispuesto a defenderse cuando le hacen una pregunta. Un gran conferencista me contaba que le causa pánico el silencio de un auditorio, eso quería decir que el mensaje esperado no había llegado a ellos.

Con estas ideas en mente, se me hace más claro  entender a mis colegas cuando expresan como perdida de tiempo el  trabajo diferente al de planear y llenar informes.  Sin embargo, me reconforta encontrar autores que publican sobre este tema y se refieren a él como "el punto ciego".  No me cabe la duda que debo leer estos autores.

"Es absolutamente necesario que nos demos cuenta de los métodos por los cuales nuestros 'egos' limitan nuestro desarrollo" (Neill, 1975)







lunes, 10 de octubre de 2016

Al abrir los ojos ya llega la semana de Receso Escolar.

Y esta es la vida del educador escolar ( de Calendario B en Colombia) . Inicia su preparación escolar en Agosto emocionado de recibir los nuevos estudiantes y ya para Septiembre puede que esté quemado.

Es cierto que los docentes no somos muy amigos de la semana de receso. Pero la verdadera razón está detrás de las rutinas escolares que se pierden en una semana. A mi blog lo estoy pensando todo el tiempo, he creado un archivo en donde ingreso temas de los cuales me gustaría compartir. Pero en este momento aprovecho para hablar de mis pensamientos y perspectivas sobre la semana escolar.

Creo que para mis colegas preescolares la semana de receso no es un descanso. Los niños en edad preescolar han pasado el tiempo con personas que tienen sentimientos de culpa al no verlos. Por lo que después de la semana de receso los niños regresan a probar los límites en los acuerdos y las normas del salón creados con ellos.

Pero por otro lado, disfruto mucho el reencuentro con los otros colegas docentes sin la presión de llegar a un salón a dar clase. Es el momento de aprender para mi mejoramiento profesional.

Este año lectivo, compartí esta emoción de mejora profesional con los padres de mi grupo. De la misma forma que compartí mis expectativas de como debían llegar mis estudiantes. No era una tarea o asignación en casa como le llamo yo. Era una sugerencia.

Mientras tanto, en esta semana recargare mi luz, mi energía, mi saber y mi optimismo.

Es solo un Receso Escolar, No un Receso Profesional.



domingo, 9 de octubre de 2016

De @TeacherLola a @L0laya - Sobre #MarcaPersonal Docente -



Cuando terminé mi maestría ( Alta Dirección de Servicios Educativos) tenía algo claro en mente: Quería buscar una manera en donde la docencia se juntará con las redes sociales no solo para ejercer quehacer pedagógico sino para formarse profesionalmente.

En el proceso encontre personas maravillosas en las redes sociales por todo el mundo que hablaban no solo de comunidades de ambientes de aprendizaje personales ( PLE) sino también de marca personal.  Me enfatice en la identidad profesional y como resultado documente cómo se creaba una marca personal en las redes sociales.


Mi sustentación fue en Agosto de 2015 y ya para el 2016 encontré en línea otros autores que documentan la marca personal en los servicios educativos. Me sentía emocionada de saber que en el mundo más golondrinas traerán agua respecto a este tema.


Pero para llegar al crecimiento de este tema, el cambio empezó en mi. Mi incursión por las redes sociales inició en mIRC, continuando por ICQ y así hasta darme cuenta que estaba comunicando mucho sobre mi persona y poco sobre mi profesión. Fue ahí donde cree a la arroba @TeacherLola. En algún momento de la vida incursioné en las comunidades digitales y me presenté en una conferencia para hablar de Social Media y sentí la necesidad de presentarme no solo como docente, sino también como profesional y la arroba en Twitter le estaba quedando pequeña a mis expectativas de persona.

Para ello, recordé que desde la especialización me asignaron un correo académico con la inicial de mi nombre y apellido. Lo amé y me apersone de el. Llegué tarde a las redes para usarlo con una variación sencilla ( un cero en vez de la o), pero como ya tenía un camino digital recorrido, lo cambié y esperé.

El cambio no ha sido fatal, pero tampoco ha sido el mejor. Pero todo en las redes es de movimiento. L0laya debe seguir moviéndose....