martes, 22 de octubre de 2024

Reflexiones tras un año fuera de instituciones educativas

 Después de más de 27 años dedicados a trabajar en instituciones educativas, la vida me ofreció la oportunidad de tomarme un año para conocerme desde una nueva perspectiva. Lo que comenzó como una pausa profesional se convirtió en una profunda oportunidad de redescubrimiento personal. 🌱

Siempre me había definido como profesora: una educadora apasionada por guiar, formar y aprender junto a mis estudiantes. Sin embargo, este tiempo de pausa me ha permitido reconectar con otras facetas esenciales de mi vida y explorar nuevas formas de ser. Además, vivir en una cultura diferente me ha enriquecido enormemente. Hoy, me entiendo no solo como profesora, sino también como hija, pareja y, sobre todo, como una persona con el deseo de impactar positivamente en la sociedad desde diferentes ángulos.

Este año me ha mostrado que mi humanidad no está limitada a un salón de clases ni a un solo rol; está presente en cada interacción, en cada relación que construyo, y en cada acto de empatía y conciencia que practico. 🌍✨

Este viaje de introspección me ha dado la claridad para ver que nuestro impacto como seres humanos va mucho más allá de lo profesional. Mi pasado está lleno de las experiencias que obtuve como profesora de corazón, pero ahora soy también una persona más completa, lista para contribuir a la vida de los demás desde nuevas perspectivas.

Gracias a quienes me han acompañado en este proceso. ❤️ ¡Nos vemos pronto, con más energía, más visión y mucho más aprendizaje por compartir!

martes, 28 de julio de 2020

¿ Debe ser la educación virtual más “económica” que la presencial?

-       Es que ya no están gastando lo mismo en agua y energía y por eso deberían rebajar la mensualidad” – Dijeron algunos padres.

-       Yo soy el que lo está cuidando en casa y yo soy el que lo está enseñando, para qué sigo pagando colegio” – Dijeron algunos padres de educación inicial.

-       Es que yo pago es para que vaya a tener amigos y a jugar” – Gritaron otros.

-       “ Es que al profesor en el computador no le entiendo y me distraigo más” – Expresaron los estudiantes de bachillerato.

-       Es que si no lo estoy viviendo, no lo estoy aprendiendo” – Publicaron los universitarios.

Este y muchos más fueron algunos de los comentarios que leía en mis redes sociales de los padres de familia y estudiantes que exigieron a las instituciones bajar sus valores de mensualidad. Y no los culpo, la pandemia paralizó el movimiento económico de todos los estratos sociales. En algunos sectores, el corte del ingreso de dinero fue inmediato y fue un golpe muy duro para las familias con hijos.

En esto, me sorprenden las familias con las que compartí la educación en casa durante la cuarentena. Se necesitó de todo, un cambio de rutina absoluto. Mayor consistencia en el manejo de normas en casa y más paciencia en un momento en el que todos estábamos hipersensibles.  Y aunque ciertos servicios que se incluyen en las instituciones educativas ya no se estaban ofreciendo, como era el de transporte y el de alimentación. ¿Realmente debían rebajarse las mensualidades por la virtualidad?

Desde mi punto de vista, no. Y para explicarles mi punto de vista tengo que contarles cómo fueron esos 4 meses en el que mis compañeras docentes y yo laboramos durante la cuarentena.

-       Todo lo que habíamos planeado para el año escolar debía cambiarse y teníamos que recorrer a todas las herramientas de tecnología que conociéramos para seguir captando la atención de los niños. Todas esas herramientas físicas que nos brindaba la institución quedaron allá en la institución y no podíamos ir a recogerlas.

-       Tuve la fortuna de estar en colegio con una plataforma organizada, decente. Pero algunos padres la desconocían,  no había mucho interés en aprender a manejar algo nuevo. Sin embargo, el colegio en el que laboré contaba con un equipo de tecnología excelente que con toda la paciencia del mundo nos guiaba a todos.

-       Yo ya he tenido experiencias previas con el manejo de la información en la virtualidad, pero mis compañeras no. Así que, para algunas de ellas, por amor a su profesión, extendieron sus horarios de clase de 6:30 am hasta casi las 7:30 pm. Yo no tengo hijos y no me imagino qué hacían ellas para atender a sus familias en casa.

-       La tecnología a veces no estaba a nuestro favor, algunas de mis compañeras tuvieron que aumentar su conexión a internet para conectarse desde casa. Las más pudientes aprovecharon para cambiar computadores mientras otras se conectaban en computadores que el colegio facilitó. Pero cuando el internet se caía, la electricidad no funcionaba o en los peores de los casos, el servidor se desconectaba, solo recordábamos  que todo tiempo pasado era mejor, en especial aquellos momentos en que nuestro mayor dolor de cabeza eran cuando los niños se accidentan en el salón de clase.

-       Y por supuesto, no teníamos que envidiarle nada a los influenciadores digitales. Hacíamos “en vivo” todos los días, grabamos videos como recursos para otros días, creamos material para la clase, entre otras cosas.


Lo cierto es que los docentes se acomodaron en el camino a la cuarentena, y siguieron dando la cara por las instituciones. Pero las instituciones educativas no solo son docentes, y ahora en virtualidad, el equipo de tecnología. También estaban los directivos, las secretarías y muy olvidados durante ese momento, las personas de oficios varios, los que arreglan, los que limpian, los que manejan el transporte. Son muchas personas que hacen que un colegio se mantenga para recibir a los estudiantes y mantener impecable el servicio educativo. Y es que aquí cabe con toda fuerza decir :“Los maestros no lo son todo en el servicio educativo”.

Así que escuchar las exigencias de bajar la mensualidad, también se sentía como un ataque para estas personas que nos acompañan en los colegios. Es cierto que a muchos padres de familia se les rebajaron sus ingresos, pero con dolor en el alma, era hora que considerarán el valor monetario que le estaban dando a la educación de sus hijos.

Es aquí donde nos tenemos que poner a pensar que a veces pagar de más por algo, no es lo más inteligente. Y esto incluye la educación de los hijos. Yo no soy la autoridad financiera para decirles esto, pero hay gurús financieros que dicen que se debe ahorrar solo el 10% de sus ingresos para la educación de sus hijos.

Si es una familia pudiente que gana 4 salarios mínimos, invertir más de 300mil pesos en una mensualidad no es lo más inteligente.

Ahora, no quiero patearme la lonchera, he sido afortunada de ganar buenos salarios como docente en las instituciones que he trabajado gracias a estas decisiones no tan inteligentes. Pero este ingreso de dinero a estas instituciones no solo paga mis prestaciones como docente. También tiene que pagar mi jefe, la persona que me ayuda a limpiar el salón, el ingeniero que tiene que programar la parte tecnológica. Somos muy afortunados de tener trabajo gracias a estos padres. Pero no en plena cuarentena. La cuarentena ya no era el momento adecuado para exigir cambios monetarios del contrato de educación que ya habías firmado.

Y conozco muchos casos de familias que al final del año lectivo aún están debiendo mensualidades a los colegios. Espero de corazón que puedan llegar a buenos acuerdos financieros.

Entonces, amplio esta experiencia personal a un contexto más local, la de la crisis del coronavirus en mi país y me dirijo a este gobierno para preguntarme ¿Qué se ha hecho para garantizar que el derecho a la educación se dé para todos?  Tenemos una sociedad que tiene miedo de regresar a las instituciones educativas pero ¡no sabe cómo exigir el derecho de educación para sus hijos! ¿Por qué no hay una educación accesible para todos?

Así que mi invitación a todos los padres de familia es que, no peleen con las instituciones educativas. Ellas han crecido y se han desarrollado para brindarles un servicio y ese es el valor que ellos disponen para mantener ese servicio.

La verdadera pelea debe ser como ciudadanos de un país que no ha garantizado el avance de la sociedad. La educación virtual no es algo nuevo. Lo único nuevo aquí es la consistencia de este tipo de educación en todos los niveles de escolaridad.

Y a los universitarios les digo, maduren. Las grandes universidades del mundo ya incluían educación virtual globalizada al mismo valor que la educación presencial. Tienen que modernizarse porque queremos tener esperanza para sus hijos y los estudiantes que aún están en colegios. Los siguientes 15 años de desarrollo social y económico dependen de ustedes. Los estaremos observando.


sábado, 11 de abril de 2020

Acelerando la transición a la educación Virtual - Conversaciones sobre #AVA

Heme Aquí,
Docente de preescolar, del grado de los más pequeños en mi institución educativa. Acelerando mis conocimientos en el área digital y enfatizando más en cómo usar estos conocimientos para atender la contingencia educativa consecuente de un virus que nos impide socializar.

¿Estaba en mi cabeza que algún día esto iba a pasar?

Jamás.

¿Alguna vez deseé poder trabajar con mis estudiantes desde un computador?

Si, esas tantas veces que resultaba incapacitada por una gripa o por alguna lesión que me impedia interactuar con ellos. O de esas veces que simplemente no quería estar en contacto con el trancón.


Pero heme aquí,

Extrañandolos, e intentando aprender cómo (diablos) puedo enseñar a los padres a enseñarles a sus hijos.

A pesar de la dura época que nos espera.

sábado, 12 de noviembre de 2016

El imaginario del Docente hacia el educando.

Si el estudiante no aprende es porque el docente no sirve. 

Si, asi es...

En las últimas semanas he asistido a una serie de conferencias en donde se repetía continuamente que los estudiantes no querían aprender, que no ponían atención que solo querían hacer otras cosas diferentes a escuchar el profesor. 

Y es aquí donde volvemos a observar a un docente prepotente y que demanda que todos los ojos del alumnado estén en él y que no puede dar la espalda porque estaría perdiendo su autoridad de poder. 

Lo siento, ya no es así...

Si el estudiante no te pone atención es porque no te has ganado su atención
Si el estudiante no quiere participar en tu clase, es porque no te has ganado su motivación para hacerlo.
Si el estudiante no entiende lo que estás enseñando es porque hay algo más que debes aplicar en esta transmisión de conocimiento y se llama PEDAGOGÍA.

No hay razón para que te sientas ofendido si el estudiante no te mira, si el estudiante juega con su compañero ó si juega con sus manos mientras hablas. No tienes porque molestarte, mejor investiga cómo llamar su atención. 

Algo anda muy mal en la educación que permite que el docente que se queda sentado en un escritorio con su trabajo burocrático mientras sus estudiantes se quedan sentados en las sillas.




domingo, 23 de octubre de 2016

La palabra Alumno, mi "Pet Peeve".


Una de mis palabras favoritas en inglés es "Pet Peeve". Me encanta usarla en inglés porque me parece que pierde su magia al traducirla al español "Pet Peeve = Cosas que me molestan". Pero más que molestar, es la ventana que tengo abierta para quejarme y que con esfuerzo consciente debo cerrar.
 ( inspirando amor y exhalando paz) .

Aghhhhhhh!!!!!

Aún con el conocimiento de que la Real Academia de la lengua Española (RAE) define al alumno como la persona que recibe una enseñanza, la palabra me entraba en el cerebro como el rechinado de las uñas contra un tablero de tiza. Ahora, hágase énfasis en la conjugación del verbo "entrar en el cerebro"...

Muchos de nosotros hemos escuchado que la palabra "Alumno" viene de "a" = Sin y "Lumus" = Luz. Pero la misma RAE nos aclara que viene del Latín alêre = alimentar. Alumnus significa crío, pupilo. Aún así, con estas definiciones etimológicas, existen muchas discusiones al respecto, y si las tenemos presentes ¿Por qué insistimos en usarlas?

Si "alimentamos con conocimiento" o "damos luz a los que no la tienen", me encanta escuchar en la boca de los docentes y directivos docentes la palabra "educando". Me convence pensar que una persona que no usa la palabra "alumno" está consciente de que la educación es más que un adiestramiento. Mi fascinación (o "little loves"como le dicen al opuesto de "pet peeve" ) por la palabra "educando" me transporta al pensamiento de imaginar a un ser humano que es posible ser educado toda la vida sin necesidad de asistir a una escuela.

Cuando escucho la palabra estudiante, me arroja un discurso con un significado más convencido de que la persona reconoce al alumno o educando en su papel de "usuario" de un servicio. Los padres son los que pagan y por eso son los clientes, y sus hijos por consiguiente los usuarios que tienen deberes y derechos. Su deber es "estudiar"...

Pero en fin, en este mundo tan maravilloso mi "pet peeve" es rodeado de mucho amor y tolerancia. A la final, yo soy la dueña de él.


domingo, 16 de octubre de 2016

EL EGO DOCENTE

"... Yo sé quién soy - Respondió Don Quijote - Y sé que puedo ser..."



Cuando se habla de la palabra "ego" en público, las personas se asustan. Los que no salen corriendo se tapan la cara como si quisieran evitar el contacto visual a tan desvergonzada palabra. Y hay quienes la ignoran, no hay nada mejor que dejar de escuchar que seguir hablando sobre otro tema, ni siquiera esforzarse a encontrar el sinónimo.

Hablar de Ego Docente es pecado capital.







Tal vez no debería existir, pero existe.
Tal vez no debería ser mencionado, pero con estos asuntos de calidad aplicados a las instituciones educativas se resalta.
Tal vez no deberíamos recordar que nuestros baluartes de la sociedad son imperfectos, pero lo son.

En lo personal lo que más me  impresiona de este tema, es que podemos encontrar un libro que habla a profundidad del egocentrismo docente y cuesta 40 Euros . He encontrado el resumen del autor sobre el libro, y déjenme contarles a los que no han salido corriendo y todavía me siguen leyendo: "El ego docente si existe, pero no hay porque huirle porque no es un pecado capital"

La palabra EGO tiene una connotación de superioridad, de creerse más que los demás. Por otro lado, la palabra también se usa para mencionar la consciencia que se tiene de sí mismo. Esta segunda connotación viene del Psicoanálisis, propiamente de Freud.

En este resumen del libro del Ego Docente,  ejemplifican con comentarios de Nietszche el de superioridad y el de consciencia:

 F. Nietszche (1984): "Gracias a nuestro desprecio nos consideramos los elegidos de Dios" (p. 213); "nosotros, que somos los hombres más inteligentes de nuestra época [...]" (p. 213), o "Nosotros somos diferentes de los sabios, aunque entre otras cosas podamos ser sabios" (p. 215). 


El mismo F. Nietszche (1984) en otro lugar expresa: "Hay momentos en que me avergüenza ["mi ignorancia, que no se me oculta"]. Tal vez los filósofos estamos todos en una posición poco airosa respecto del saber humano; la ciencia crece y hasta los más sabios entre nosotros advierten que conocen muy pocas cosas" (p. 215)

No pretendo resumir el resumen del libro, ni entrar en calificativos  positivos o negativos. Mi objetivo es hacer pública mi reflexión sobre este terrorífica palabra con algunas experiencias que tuve en esta semana de receso escolar:

1ero. Los docentes son seres humanos en toda la virtud de la palabra. También se enferman, tienen preocupaciones y pueden ponerse serios porque no es un payaso de la sociedad. El rol de formador debería permitirle la continua construcción de sí mismo, aún si le es necesario decaer, lo necesita para levantarse.

2do. Un docente jamás reemplazará las enseñanzas que se dan en el hogar. Y con esto no pretendo decir que no influyan sus enseñanzas en la formación de una persona. Pero si el educando no le hacen falta los roles de sus padres en su formación, poco necesitará de el rol docente en la formación de su personalidad.

3ro. El preguntar o cuestionar del docente no es sinónimo de atacar. En las charlas que he asistido en otros ámbitos diferentes a colegio y universidad me han enseñado sobre los "mundos interpretativos". Mi modo de ver el mundo jamás será igual al otro. Podremos compartir ideales y experiencias, pero la forma como accedemos al conocimiento es diferente para cada uno. La comunicación jamás debe creerse demasiado clara y el cuestionado no debería estar predispuesto a defenderse cuando le hacen una pregunta. Un gran conferencista me contaba que le causa pánico el silencio de un auditorio, eso quería decir que el mensaje esperado no había llegado a ellos.

Con estas ideas en mente, se me hace más claro  entender a mis colegas cuando expresan como perdida de tiempo el  trabajo diferente al de planear y llenar informes.  Sin embargo, me reconforta encontrar autores que publican sobre este tema y se refieren a él como "el punto ciego".  No me cabe la duda que debo leer estos autores.

"Es absolutamente necesario que nos demos cuenta de los métodos por los cuales nuestros 'egos' limitan nuestro desarrollo" (Neill, 1975)







lunes, 10 de octubre de 2016

Al abrir los ojos ya llega la semana de Receso Escolar.

Y esta es la vida del educador escolar ( de Calendario B en Colombia) . Inicia su preparación escolar en Agosto emocionado de recibir los nuevos estudiantes y ya para Septiembre puede que esté quemado.

Es cierto que los docentes no somos muy amigos de la semana de receso. Pero la verdadera razón está detrás de las rutinas escolares que se pierden en una semana. A mi blog lo estoy pensando todo el tiempo, he creado un archivo en donde ingreso temas de los cuales me gustaría compartir. Pero en este momento aprovecho para hablar de mis pensamientos y perspectivas sobre la semana escolar.

Creo que para mis colegas preescolares la semana de receso no es un descanso. Los niños en edad preescolar han pasado el tiempo con personas que tienen sentimientos de culpa al no verlos. Por lo que después de la semana de receso los niños regresan a probar los límites en los acuerdos y las normas del salón creados con ellos.

Pero por otro lado, disfruto mucho el reencuentro con los otros colegas docentes sin la presión de llegar a un salón a dar clase. Es el momento de aprender para mi mejoramiento profesional.

Este año lectivo, compartí esta emoción de mejora profesional con los padres de mi grupo. De la misma forma que compartí mis expectativas de como debían llegar mis estudiantes. No era una tarea o asignación en casa como le llamo yo. Era una sugerencia.

Mientras tanto, en esta semana recargare mi luz, mi energía, mi saber y mi optimismo.

Es solo un Receso Escolar, No un Receso Profesional.